Naturalmente que la razón de estas caídas tiene que ver con el escaso movimiento de vehículos particulares y transporte urbano e interdepartamental en el país en general, a consecuencia del combate contra el Covid-19 y la “exclusión social” como única forma de evitar contagios masivos.

El sector del combustible no ha estado ajeno a la realidad nacional. Los coletazos de la pandemia han hecho que muchas estaciones hayan tenido que mandar el personal a seguro de desempleo y en algunos casos reducir las jornadas laborales, extremando las medidas de prevención en las pistas y minimercados.

CRÉDITOS BLANDOS

A este respecto, el pasado 10 de abril catorce países miembros de la CLAEC (Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustible) incluyendo a Uruguay (país fundador), mantuvieron una teleconferencia en la que se discutieron todos los temas que le son comunes al sector y que tienen que ver con la difícil situación por la que atraviesan la mayoría de los operadores ante la baja de las ventas.

Daniel Añón, presidente de UNVENU twiteó con respecto a la reunión “Catorce empresarios de Latinoamérica de Estaciones de Servicio, nos reunimos vía teleconferencia y vimos que todos tenemos el mismo problema por venta de nafta. Se precisan créditos blandos” y con respecto a la situación en Uruguay, Añón pidió “diferir pagos de DGI y BPS, y que las Tarjetas bajen el arancel de débito a $ 0.50”

30 MIL DÓLARES AL AÑO DE ARANCELES